Octubre 2025
El Ayuntamiento de El Prat de Llobregat vuelve a dar la espalda a sus vecinos. La llamada “nueva tasa de residuos domésticos” no es más que un atraco legalizado que golpea directamente a las familias y a las PYMES de nuestra ciudad. En la última factura, al coste del agua y al ya abusivo recargo metropolitano, se le suma ahora esta tasa municipal, disfrazada de modernidad y sostenibilidad, pero que en realidad no es más que otra mordida al ciudadano. ¿Quién puede creer que un hogar medio de El Prat, que ya paga impuestos desorbitados, puede soportar alegremente otro sablazo de 20, 30 o 40 euros más por recibo? ¿Y qué pasa con los pe-queños negocios que luchan cada día por sobrevivir en un entorno económico hostil? Para ellos, esta tasa es la puntilla, un castigo añadido que pone en riesgo su continuidad y destruye empleo local. Lo más indignante es la desfachatez con la que se nos vende esta carga fiscal. El gobierno municipal socio-comunista presume de “gestión verde” y de “responsabilidad ambiental”, pero lo que hay detrás es una voracidad recaudatoria sin límites. No existen incentivos reales al reciclaje, no se premia a quien lo hace bien, ni se perciben mejoras visibles en el servicio. Se trata, simple y llanamente, de otro mecanismo para exprimir al contribuyente.
Los pratenses no merecemos ser tratados como cajeros automáticos. La verdadera sostenibilidad empieza por una administración eficiente, austera y responsable, que gestione bien los recursos públicos en lugar de vaciar los bolsillos de las familias trabajadoras y asfixiar a nuestras PYMES. Basta ya de utilizar el discurso de la ecología como coartada para seguir exprimiendo a los ciudadanos. El Prat necesita soluciones, no sablazos.
Rafael Millán Carracedo
Desembre 2024
Rafael Millán Carracedo