Alba Bou pierde la credibilidad

Novembre 2025

El Prat vive una crisis sin precedentes y la responsabilidad política recae en la alcaldesa Alba Bou. La situación de la Policía Local es el síntoma más grave: según informaciones publicadas, hasta un 85 % de la plantilla ha llegado a estar de baja. No es un malestar puntual, sino una descomposi-ción de la autoridad municipal y de la gestión de personal. Un gobierno serio habría anticipado el conflicto, escuchado a los agentes y arbitrado soluciones antes de llegar a este punto.

A esta crisis se añaden decisiones que castigan a familias y autónomos. La nueva tasa de basura es injusta: exprime a los vecinos sin ofrecer me-joras palpables en el servicio. La respuesta ciudadana ha sido clara: más de tres mil personas salieron a la calle para rechazarla. Las Zonas de Bajas Emisiones se han implantado sin medir su impacto social y económico; la peatonalización, útil si se planifica con rigor, aquí se ha hecho sin con-senso ni alternativas de movilidad, asfixiando al comercio local. Mientras tanto, la inseguridad crece y la respuesta municipal llega tarde o no llega.

La credibilidad del gobierno se erosiona cuando los anuncios sustituyen a los resultados. El Prat no necesita propaganda, sino un plan de choque: mediación real y calendario verificable para normalizar la Policía Local; auditoría independiente de la tasa de residuos y alivio inmediato de la carga fiscal; revisión técnica de la ZBE con criterios de proporcionalidad; refuerzo del patrullaje y coordinación con Mossos; y participación vecinal auténtica. El Prat merece liderazgo, seriedad y soluciones. No más problemas creados desde el propio Ayuntamiento.

Rafael Millán Carracedo