Octubre 2025
No hay nada peor que un gobierno que se sabe perdedor. Bueno, sí: un gobierno que se niega a aceptar la alternancia democrática y se aferra al poder. Que Sánchez lleva tiempo instalado en el fango no es novedad; que su nivel de cinismo no tiene límites, tampoco. El último ejemplo de que, para él, cualquier medio justifica su fin de permanecer en Moncloa son las protestas vividas durante la Vuelta a España. Un presidente y todo su gobierno alentando la crispación en un acontecimiento deportivo que ha dejado la imagen de España por los suelos. A Pedro Sánchez, conscien-te de que los españoles le han retirado la confianza, la imagen de España no le importa: solo le importa él. Por eso se convierte en un líder antisis-tema y fomenta la agitación social para hacer inviable cualquier escenario que no pase por su figura. Ya no se trata de gobernar, sino de resistir. Sánchez, sabedor de que Alberto Núñez Feijóo encarna el cambio sereno y moderado que el país demanda, siembra protestas y altercados. Con ello busca envenenar el terreno y presentar a España como ingobernable. Su cálculo es cínico: si él no puede seguir, intentará que nadie gobierne con tranquilidad.
Pero la sociedad española no es ingenua. Cada protesta alentada desde Moncloa confirma que el ciclo de Sánchez se agota y que la etapa de Feijóo se acerca. España necesita recuperar serenidad institucional, respeto al adversario y un proyecto basado en responsabilidad. El sanchismo agoniza entre gritos y pancartas nacidos de su desesperación.
Al menos en El Prat es hora de disfrutar. ¡Feliz Festa Major!
Miguel Ángel Ochoa Oliva
Juliol 2025
Miguel Ángel Ochoa Oliva