Aeropuertos y pobreza

Juny 2025

En los últimos días, algunos han intentado hacer del fenómeno de personas sin hogar durmiendo en el aeropuerto de Madrid-Barajas una bandera contra el gobierno de la Comunidad de Madrid y, por extensión, contra el Partido Popular. Como si la pobreza o la exclusión o el sinhoga-rismo fueran un demérito nuestro. Pero la realidad, por incómoda que sea, no entiende de siglas ni de campañas.

Solo hay que mirar hacia El Prat, en Barcelona. Allí, con un gobierno municipal comunista y una Generalitat socialista, la situación no es diferente. Desde hace años, decenas de personas sin hogar pasan las noches en las terminales del aeropuerto de El Prat, los veréis, a no ser que vuestra visita coincida con el Mobile o cualquier otro sarao en el que haya que presumir de ciudad moderna, entonces los esconden. Ese es el nivel de hipocresía.

La diferencia es que, aunque en Barcelona pase exactamente lo mismo que en Madrid, aquí no hay titulares que culpen al Ayuntamiento ni acusaciones al Govern de “permitir la miseria”. No hay vídeos virales ni acusaciones en prime time. Cuando el relato encaja con las afinidades ideológicas, la pobreza parece menos escandalosa.

Acusar y señalar a una sola administración —en este caso, el gobierno madrileño— de un problema nacional y estructural no solo es injusto, sino pro-fundamente cínico. La pobreza no se combate con pancartas ni con propagan-da. Tampoco con hipocresía. Quien quiera de verdad erradicar el sinhogarismo, que empiece por dejar de usarlo como munición electoral y se arremangue.

Miguel Ángel Ochoa Oliva